Beate Teresa Hanika
Ed.- Suma de letras
Páginas: 297
Esta novela es mi primera colaboración con una editorial y la verdad no puedo estar más contenta. Escogí el libro porque estaba ambientado en la segunda guerra mundial, una de mis épocas favoritas para leer sobre ella y tengo que decir que hacía mucho tiempo que no leía un libro tan bonito. De hecho creo que acaba de colarse en mi top 5 de favoritos, aunque ahora son un top 6.
Elisabetta ha vivido siempre en el hogar de su niñez y desde entonces todos los veranos prepara mermelada con los albaricoques del árbol de su jardín. Conserva un tarro de cada año, igual que conserva vivos los recuerdos de su familia, de su pequeña tortuga y del día en que todo cambió cuando sus padres y hermanas fueron deportados por las SS.
Cuando la joven y reservada bailarina Pola llega para vivir en la habitación que alquila la anciana, ambas mujeres descubrirán juntas que solo resolviendo los conflictos que las atormentan podrán por fin hacer las paces con el pasado.
El principio de este libro me confundió un poco ya que me costó situarme en la historia. La estructura se divide en capítulos, alternativamente nos encontramos uno narrado en primera persona por una anciana Elisabetta Saphiro y el otro en tercera persona que nos cuenta la amistad y algo más de dos niñas Pola y Rahel. La historia va avanzando alternativamente y mientras la historia de las jóvenes avanza hacía adelante la de Elisabetta da saltos en el tiempo, entre el presente y su pasado, narrando su infancia, junto a sus hermanas y su tortuga Hitler, bajo la sombra de un gran árbol que da albaricoques y que ella usa para hacer mermelada cada año.
Podríamos decir que esta novela está dentro del realismo mágico ya que mezcla la realidad de la vida cotidiana de Elisabetta con la presencia de las hermanas de esta, logrando un clima muy delicado. La historia está escrita con una narración casi poética, las frases tienen un ritmo y una cadencia que envuelve, quizás es eso lo que hace continuar los primeros capítulos en los que no se entiende nada y que deja paso después a una historia tremendamente dura, pero contada con ternura, sin caer en el sentimentalismo y con el perdón como gran aliado de la autora para que la historia tenga sentido.
Los personajes se cuentan con los dedos de una mano, Elisabetta es el centro de toda la historia y ella nos va narrando su vida dando saltos hacía adelante y hacía atrás, siempre con el eje de su preparación de mermelada como guía. Nos cuenta su infancia con sus hermanas, su amor y su dolor. No puedo hablar mucho de ella porque no quiero desvelar ningún detalle, ya que vale mucho la pena adentrarse en esta historia a ciegas y dejarte llevar por ella.
Por otro lado la historia de Pola y Rahel, si que me ha pillado totalmente desprevenida, no esperaba una relación sentimental y ellas al igual que Romeo y Julieta pertenecen a dos familias enfrentadas, aunque en este caso más que dos familias son dos razas, la judía y la alemana. No deben, pero se quieren sin saber que no está mal quererse.
Si se sabe leer entre líneas es fácil prever el final hacía mitad del libro, pero no por ello la historia pierde fuerza, al contrario se saborean más los momentos sabiendo que el final está cerca y cómo va a terminar todo. Esta es una historia triste, muy triste, pero contada con una armonía preciosa, con una ternura, una familiaridad abrumadora y con mucho tacto.
Os dejo un párrafo para que veáis la forma de escribir de la autora:
Por la puerta del jardín entró la noche, entraron los susurros del árbol y los ruidos de la casa de los Schelegel. Puse la mano en la nuca de la muchacha y sentí como se relajaban sus músculos, cómo su tristeza se destilaba y empapaba mi mantel. Me hizo bien sentirlo, y consigo arrastró incluso parte de mi propia tristeza, aunque arrastrarla no era lo mismo que curarla, y pensé que en mi mantel quizás no habría sitio para toda nuestra pena.
Sin duda esta novela ha sido todo un descubrimiento y os la recomiendo, tanto si os gusta esta época como si no, tanto si os gustan las novelas tristes como si no, porque es de esas historias que se quedan contigo durante días.
Este libro tiene pintaza la verdad. La histórica ambientada en la Segunda Guerra Mundial me chifla. Y tal como la describes, se ve que merece la pena. Gracias por la reseña! �� me lo apunto!!
ResponderEliminar¡Hola Cristina!
ResponderEliminarHabía leído varias reseñas de esta libro y, aunque eran todas positivas, me daba un poco de pereza este libro que me parecía tan triste pero al final me habéis convencido y me lo he apuntado. Ese nudo de historias personales unidas por la amistad me llama bastante.
Un abrazo