Ciudad de ladrones #Reseña

Ciudad de ladrones 

David Benioff

Editorial: Seix Barral

Páginas: 352

Hay historias divertidas, hay historias conmovedoras, hay historias de acción, hay historias duras y luego está Ciudad de ladrones, que son todas esas historias en una sola. Una novela divertida por las ocurrencias de uno de sus personajes protagonistas, Kolya y conmovedora por el punto de vista de su otro protagonista Lev, que en primera persona cuenta una de las semanas más duras de su vida, llena de acción y de nuevas emociones. Una HISTORIA con mayúsculas por que si ya en sí la lectura es sobrecogedora, el saber que Lev, el protagonista, es el abuelo del autor y que los hechos son en su mayor parte reales, la hace imprescindible para cualquier lector que quiera disfrutar de un gran libro, de esos a los que te pegas que nadie te puede separar.

Lev es un joven de 15 años que vive en un Leningrado sitiado por los alemanes, en el invierno más frío de la historia. Por las casualidades del destino se ve envuelto en una extraña misión: encontrar una docena de huevos para el pastel de boda de la hija de un poderoso coronel del ejercito y para ello cuenta con la ayuda de Kolya un desertor del ejercito rojo con un don para la palabra y la afinidad con las personas, que le hará más llevadera la misión.

De la mano de estos dos jóvenes nos adentramos de lleno en una época de la historia un tanto desconocida y poco usada en literatura, pero que nos enseña las miserias de la raza humana y hasta dónde somos capaces de llegar en momentos de desesperación. La ciudad de Leningrado en aquellos años pasaba hambre y desesperación a partes iguales, las cartillas de racionamiento eran escasas y los alemanes estaban cada vez más cerca. Las atrocidades que se cometieron en nombre de un ejercito o unos ideales nos parecen desconocidas y lejanas hasta que nos sumergimos en páginas como las de esta Ciudad de ladrones y descubrimos que el ser humano puede ser en sí mismo una gran persona llena de bondad o el más cruel de los asesinos.

Con un ritmo excelente, aunque con algún giro un tanto brusco y desde luego bastante enrevesada hasta que los jóvenes consiguen su objetivo, es una novela sobre la amistad, sobre la juventud, sobre la vida y la supervivencia y dura, muy dura en muchos momentos, pero esa dureza nos abre los ojos a la realidad de la vida. Estamos inmersos en un mundo en la que leer este tipo de libros nos recuerda que el ser humano es cruel y que su faceta más peligrosa es olvidar que todos los seres humanos somos semejantes, en el momento en que esto se olvida es cuando se degrada y se es capaz de cometer las mayores crueldades en respuesta a una ideología, una religión o simplemente el color de la piel.

Sin duda alguna recomiendo esta novela, porque deja un hueco en el alma que a la vez es capaz de rellenar por sí misma. Si os ha gustado os agradezco los comentarios!!