Cómo escribir una novela II

Los personajes

Los personajes son lo más importante de una novela, al menos desde mi punto de vista. Un buen personaje puede darte la vida literaria... o si no que se lo digan a Stieg Larsson y a su Lisbeth Salander, otra mujer y su historia hubiera quedado en una novela negra nórdica más.

Así que es importante que los mimemos en todos los sentidos:

1.- Creación. Es muy importante tener claro todos los aspectos, los personajes se definen: Física y psicológicamente:

En el ámbito físico de un personaje tenemos que definir altura, peso, edad, estilo. No es necesario que se escriba en la novela, sencillamente nosotros debemos tener claros todos los aspectos de nuestro personaje ya que a la hora de componer una escena debe ser real y no entrar en contradicciones con nosotros mismos, un ejemplo:

Al entrar en la habitación, Pedro se incorporó, Ana levantó la mirada para mirarle a los ojos.

Es un ejemplo muy tonto, pero visualmente es muy útil, pensad que simplemente con decir "levantó la mirada", sabemos quién es más alto de los dos y no tener este punto claro, nos puede llevar a errores, como he dicho es un ejemplo muy tonto, pero a veces estos son los más fáciles de recordar. Además para mi, es mucho más efectivo introducir de esta manera los rasgos de un personaje, que hacer un párrafo descriptivo. El lector asimila la información sin tener la sensación de que únicamente le describes cosas. 

En cuestión de físico, a mi siempre me gusta dotar a algún personaje de un gesto físico concreto, un hoyuelo, unos labios finos... algo que ir dejando caer en la narración y que ayuda a dibujar al personaje en la mente del lector.

Hace poco tiempo que he descubierto que hay autores que buscan actores o personajes famosos para que se parezcan a sus personajes, yo no lo he hecho nunca, pero es una opción tan válida como otra. Cada autor es libre de usar los trucos que crea convenientes para mantener el aspecto de su personaje hasta el final.

En la cuestión psicológica tenemos el mismo problema, debemos tener claro cómo es cada uno y aquí yo sí voy más lejos, ya que doto a todos los personajes de una vida previa y posterior a la historia. No necesariamente debe quedar escrita en la novela, pero a mi me sirve para que sean más reales y no queden desdibujados, por lo tanto escribo todos los datos que creo que han sido importantes en la vida de ese personaje antes de usarlo y me da la sensación de que dejando caer alguna sutileza ampliamos muchísimo el mundo que hemos creado. También es verdad que haciendo esto podemos llegar a entender a nuestros personajes. Si tenemos a una mala persona, saber cómo ha llegado a eso ayuda mucho a que el personaje sea más real, como digo y espero no repetirme, no es cuestión de dejarlo por escrito, más bien de que nosotros los conozcamos mejor y los entendamos mejor, a fin de cuentas somos nosotros los que hablamos por ellos. Es muy difícil  ponerle voz a un asesino despiadado si no somos capaces de saber cómo ha llegado a eso.

Dentro de la personalidad de los personajes debemos tener claro que existen los personajes estereotipo, es decir, podemos tener al héroe, al villano, al canalla, la femme fatale, por habla de algunos. Son tan validos cómo cualquier otro, de hecho tienen mucho gancho, Arturo Perez-Reverte adora usar a la femme  fatale en sus novelas, Tanger Soto en la Carta esférica, Macarena Bruner en La piel del tambor e Irene Adler en El club Dumas, por decir algunas, ya que en la mayoría de sus novelas suele introducir algún personaje estereotipo. Al final de todas las entradas haré un extra 2.1 sobre los tipos de personajes... Pero sigamos con su creación.

Cómo hemos dicho en la primera entrada la documentación es la parte más importante de la historia, si tenemos una novela histórica debemos saber qué tipo de ropa vestían en ese tiempo y en la región concreta, por ejemplo.
Por otra parte, si la novela es contemporánea también debemos tener en cuenta que si introducimos alguna descripción o apunte sobre el vestuario de un personaje debe estar pensado en base a la pesonalidad de este personaje, a lo que queremos transmitir y no dejarnos llevar por algo que nos guste o que nos parezca sencillamente "bien". En los detalles está la magia de la escritura. Recientemente he leído Y colorín colorado... Tú de David Safier, en la que tenemos algunos personajes que podríamos calificar de frikies, la descripción de uno de ellos es esta:

Detrás del mostrador estaba el flaco, pálido Lenny, leyendo un cómic de Batman. Tenía un chupachups en la boca y su gorra de Star Wars, en la que ponía Han shot first, en la cabeza. Creo que nunca he visto a Lenny sin esa gorra. Posiblemente ya naciera con ella.

Es un caso un tanto extremo, pero son con eso ya podemos ver a Lenny en nuestra cabeza y dibujar su personalidad e incluso el arco que tendrá en la historia, cual será su papel y hasta dónde será importante su implicación.

Es por ello que os recomiendo que no dejéis nada al azar, pensad en vuestros personajes, en su importancia en la historia, en su personalidad, en cuál es su papel y en que queréis que el lector obtenga de ellos, no os dejéis llevar por los convencionalismos, por los personajes guapos y sexys. Dadle personalidad, valores y matices.

Espero que os haya gustado esta entrada, si es así podéis dejar comentarios!! Y nos vemos en la siguiente!!